martes, 21 de mayo de 2013

2.3. Inteligencia emocional

Desarrollo Humano

Unidad 2. El hombre como ente social


2.3. Inteligencia emocional


Al inicio de esta unidad vimos que la comunicación constituye una de las formas por medio de las cuales los seres humanos interactúan, colaboran y establecen relaciones interpersonales.

El contenido de la comunicación es un elemento que distingue decisivamente la interacción humana de cualquier otra especie.

Se dice que la comunicación humana es cooperativa debido a que existe un intercambio de información en el que los interlocutores, en mayor o menor medida, saben o presuponen qué tanto sabe el otro sobre un tema, de modo que son capaces de dosificar la información para producir el efecto comunicativo deseado. Esta característica de la comunicación humana se puede aprovechar en varios ámbitos, por ejemplo: la educación, el diseño y la publicidad.

En épocas pasadas, el término inteligencia sólo se relacionaba con las habilidades de pensamiento que permiten comprender y abstraer, por ejemplo, al resolver ejercicios matemáticos.

Actualmente se reconoce que este tipo de inteligencia no es la única ni la más importante, pues las emociones y los sentimientos también forman una parte esencial de nuestro ser, ya que determinan la forma en que nos relacionamos con nuestro núcleo social y lidiamos con las situaciones de la vida diaria a nivel afectivo. Así, al considerar la formación emocional del individuo estamos ocupándonos de su formación integral.

La inteligencia emocional


Ser emocionalmente inteligentes nos permite evaluar de forma correcta lo que sentimos y comprender lo que le ocurre a los demás, de tal forma, que podamos tomar decisiones creativas y mejorar nuestro desarrollo social.

El término inteligencia emocional fue acuñado por Jack Mayer y Peter Salovey (1990), definiéndolo como “un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar sentimientos y emociones propias, así como los sentimientos y emociones de los demás; de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar los pensamientos y las emociones”(p. 5).

Sin embargo, se puede decir que el origen del término se remite a Howard Gardner quien, en 1983, propuso la teoría de las Inteligencias múltiples, de la cual deriva el trabajo realizado por Mayer y Salovey.

En virtud de lo anterior, analicemos brevemente en qué consiste la teoría de las inteligencias múltiples.

Gardner, en 1983, publicó el libro Frames of mind en el que se opuso a la concepción comúnmente aceptada de inteligencia general, entendida como la facultad de conocer, aprender, pensar, razonar y resolver problemas, la cual, puede ser medida a través de pruebas para determinar el coeficiente intelectual.
En vez de esto, propuso que las competencias cognitivas de las personas se describen mejor en términos de un conjunto de habilidades, talentos o capacidades mentales a los que denomina inteligencias.
En ese sentido, Gardner sugirió la existencia de siete inteligencias básicas, a las cuales se añadió una más posteriormente (la naturalista). Para conocerlas, avanza a la siguiente pantalla.

Inteligencias


Naturalista
Se denota en quien gusta observar y estudiar la causa y efecto de todo lo que tiene que ver con la naturaleza, se manifiesta en la aptitud para cuidar plantas, animales, o al ambiente en general. Como ejemplo están: los biólogos, ecologistas y jardineros.

Lógica-matemática
Talento para llevar a cabo procesos lógicos, abstractos, concretos y numéricos, que involucran en sí mismos una serie de procedimientos matemáticos. Ejemplos de personas con esta inteligencia desarrollada son: físicos, químicos e informáticos.

Verbal-lingüística
Capacidad de emplear palabras eficazmente, ya sea de forma oral o escrita. Comprende la habilidad de manipular la sintaxis, la fonética y la semántica del lenguaje. Ejemplo de profesionales con esta inteligencia desarrollada son: comunicólogos, escritores y profesores.

Visual-espacial
Habilidad para ubicar y ubicarse correctamente en el espacio, representar gráficamente las ideas, para proyectar planos, etc. Implica ser sensible al color, las formas, las figuras, el espacio y la relación existente entre estos elementos. Ejemplo de personas con esta inteligencia son: decoradores, arquitectos y diseñadores.

Física o Cinestésica
Habilidad para utilizar distintas partes del cuerpo con coordinación muscular fina, como el equilibrio o la destreza para usar el cuerpo, la fuerza, la velocidad, entre otras. Como ejemplos están: deportistas, bailarines y escultores.

Musical
Talento para percibir, distinguir, transformar y expresar sonidos y formas musicales. Comprende la facultad para discernir entre los sonidos ambientales, la voz, los instrumentos que intervienen en una canción, la melodía, el compás, etc. Como ejemplo están: músicos, políglotas y locutores.

Interpersonal
Se refiere a las relaciones sociales y está ligada con la facultad de percibir y distinguir los estados de ánimo, intenciones, motivos, deseos y sentimientos de otras personas a través de sus expresiones faciales, su voz y sus gestos. Se manifiesta en la habilidad de comunicarse claramente con otras personas y de trabajar en equipo. Las personas dedicadas a relaciones públicas y los animadores ejemplifican el desarrollo de esta inteligencia.

Intrapersonal
Implica el conocimiento propio y la habilidad de actuar conforme a ese conocimiento; se refleja en la manera en que cada quién se ve a sí mismo, la aptitud para reconocer los estados de ánimo propios, las motivaciones, los deseos, el temperamento o la autodisciplina. Como ejemplos de personas que desarrollan esta inteligencia están: filósofos, poetas y quienes saben bien lo que quieren.

Todas las personas poseen las ocho inteligencias, lo que varía es la forma en que se relacionan entre ellas y el grado en que cada quien las desarrolla.

Las inteligencias siempre interactúan entre sí, por ejemplo, al conducir un auto se utiliza no sólo la inteligencia física, también se emplea:

Inteligencia verbal: leer señalamientos, ya sean textuales o simbólicos.
Inteligencia lógica matemática: calcular velocidad y tiempo para un destino.
Inteligencia interpersonal: procurar respetar al peatón.
Inteligencia intrapersonal: cuidar la vida al ponernos el cinturón de seguridad.
Inteligencia musical: estar alerta y distinguir sonidos como el claxon de otro auto.
Inteligencia espacial: no invadir otro carril para no causar accidentes.
Inteligencia naturalista: afinar el vehículo para no contaminar demasiado.

La inteligencia emocional se deriva de la intrapersonal y la interpersonal:
Conforme las ideas de estos autores fueron tomando relevancia entre los estudiosos de la mente y la conducta humana, aparecieron teóricos que profundizaron en ellas, dando como resultado el desarrollo de lo que hoy entendemos por inteligencia emocional. Dentro de las posturas más destacadas se encuentra la de Daniel Goleman cuyo modelo para el desarrollo de la inteligencia emocional propone las siguientes habilidades:
Conocer las emociones propias (identificarlas, reconocerlas y nombrarlas).
Reconocer las emociones de los demás.
Estimular la propia motivación.
Manejar las relaciones interpersonales con alteridad.

¿Por qué son importantes las emociones?

Las emociones son importantes en diversas formas:
Permiten preservar nuestra vida.
Impulsan a tomar decisiones.
Alertan ante determinadas situaciones.
Ayudan a comunicarnos con los demás e integrarnos.

En concreto, son fenómenos psicofisiológicos, producto de la evolución de nuestra especie, que nos permiten interactuar con la gente y las cosas.

Cuando nos sentimos incómodos en presencia de determinadas personas, nuestras emociones nos alertan y nos ayudan a delimitar nuestras fronteras, mismas que nos permiten proteger nuestra salud física y mental. También nos sirven para comunicarnos con los demás, así sabemos cuando alguien siente dolor simplemente por sus gestos.

Sin embargo, ser emocionalmente inteligentes no significa regirnos por nuestras emociones. Como se mencionó en la unidad 1, el uso pleno de la libertad implica saber controlarlas, conocernos y así tomar las mejores decisiones.

De esta forma, ser emocionalmente inteligente implica ser perceptivos a lo que sentimos, analizar nuestras emociones y actuar en consecuencia con ellas, pero siempre anteponiendo la reflexión. Daniel Goleman (1996) menciona que:

"La inteligencia emocional permite tomar conciencia de nuestras propias emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que se soportan en el trabajo; así como, acentuar la capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que brindará más posibilidades de desarrollo social". Daniel Goleman.

A continuación explorarás algunos de los aspectos relacionados con la inteligencia emocional: asertividad, diálogo cooperativo, autoconocimiento, autocontrol y autoestima.

2.3.1. Competencia comunicativa y asertividad

Dentro de las competencias catalogadas como básicas para desarrollar la inteligencia emocional, se encuentra la comunicativa, la cual juega un papel importante en las interacciones sociales y personales.

Establecer una comunicación efectiva implica esencialmente ser asertivos, promoviendo el diálogo en un marco de respeto y alteridad, ya sea que el diálogo se realice con uno mismo o con otras personas.

Competencia comunicativa

De la Morena y Muñoz (Castro, 2005), describen varios niveles que se pueden observar en una “competencia comunicativa”, esto es, aquellas habilidades que intervienen en los procesos comunicativos.

Competencia comunicativa
Habilidades básicas no verbales
En este primer nivel se encuentran gestos no verbales como el contacto visual o determinadas posturas físicas. Actúan como prerrequisitos en la conversación y en la interacción comunicativa. Estas habilidades dependen de los valores y usos sociales de los contextos culturales, al igual que de la edad y el tipo de interacción.
Competencia en conversaciones
Se refiere al atractivo conversacional, es decir, a la capacidad para despertar el interés de alguien hacia una conversación. Las personas que carecen de esta habilidad están más expuestas a la discriminación o al rechazo, sobre todo porque no despiertan el interés entre los demás.
Habilidades lingüisticas y de persuación
Equivalen a tener aptitud verbal y a conocer las reglas que controlan diversos tipos de situaciones conversacionales de tipo formal (realizar una exposición oral en clase, solicitar una revisión de examen, etc.) o informal (expresiones de amistad, diálogos entre personas, etc).

Para desarrollar dichas habilidades, es recomendable tomar en cuenta los siguientes factores:

Sé claro al transmitir tus ideas. Procura expresarlas con sencillez y cohesión, evita la ambigüedad o el doble sentido.
Muestra apertura. Escucha a tus interlocutores, sé abierto a las nuevas ideas.
Elimina los ruidos o impedimentos físicos o psicológicos en el proceso de comunicación.
Evita los prejuicios o estereotipos. No juzgues a las personas antes de escucharlas, tus temores pueden no tener fundamento.
Maneja un mismo código de lenguaje, de esta manera tu interlocutor te entenderá mejor.
En síntesis: los pensamientos se constituyen con palabras, por eso es importante aprender a expresar las emociones con inteligencia, de forma clara, apropiada, a la persona correcta y en el lugar y el momento adecuado, utilizando las palabras precisas, cuidando que éstas sean congruentes con la postura corporal y el tono de voz.

Para establecer lazos significativos con el entorno y lograr un desarrollo integral, la adecuada comunicación debe acompañarse de una actitud asertiva.

Asertividad


La asertividad es la capacidad para expresar las emociones, pensamientos o creencias en forma directa, honesta y apropiada, sin sentir ansiedad y sin violar los derechos del semejante. Como puedes notarlo, está muy relacionada con la alteridad.

Ser asertivo no es sólo cuestión de "buenas maneras", es una forma de comportarte ante los demás de modo que les permita conocer tus sentimientos e ideas afectivamente.

Actuar de forma asertiva permite evitar conflictos, conservar amistades, establecer redes de apoyo y no sentir miedo al estar con otras personas. Implica tener la habilidad de transmitir sentimientos, creencias u opiniones de manera honesta, oportuna y respetuosa.

La meta es lograr una comunicación satisfactoria, partiendo de la idea de que se tiene derecho a ser uno mismo y a actuar conforme a lo que se piensa y siente, pero siempre respetando a los demás.

El éxito de una buena comunicación se determina por el grado de asertividad con que las personas se manejen, mientras más asertivas sean, mayor éxito tendrán al comunicarse con los demás. Esta habilidad se apoya en cuatro pilares:

La capacidad de decir que no, de poner límites.
La capacidad de pedir lo que se desea.
El poder de expresar los sentimientos positivos y negativos.
El poder comenzar, continuar y terminar conversaciones.

La asertividad permite construir diálogos enriquecedores a través del intercambio de ideas con fundamento en los valores humanos, principalmente en el respeto a la diversidad.

A continuación, te presentamos el documento Relaciones interpersonales adecuadas mediante una comunicación y conducta asertiva, elaborado por María Luisa Naranjo, con el cual podrás profundizar en tu aprendizaje sobre la asertividad y los procesos de comunicación relacionados con ella.

Para mejorar tu habilidad asertiva es importante conocerte a ti mismo, de no ser así, pueden presentarse problemas al tratar de comunicarte con los demás, de ahí la importancia del autoconocimiento, como revisarás más adelante.

2.3.2. Autoconocimiento

Es muy famosa la frase Nosce te ipsum (conócete a ti mismo), que según relata la historia, se encontraba grabada en las puertas del Templo de Apolo, en Grecia. Dicha expresión tenía por objeto que cada persona que ingresara al templo reconociera sus capacidades y límites, pues los dioses griegos rechazaban los excesos de los humanos ocasionados por la desmesura. A Sócrates le gustaba mucho citarla, pues consideraba que quien no lograba conocerse, no lograría nunca perfeccionarse.

Conocerse a sí mismo significa identificar plenamente nuestros pensamientos, emociones, patrones de conducta e intereses que dan sentido a los actos que llevamos a cabo.

En este sentido, el autoconocimiento es un proceso interno que se establece a modo de un “autodiálogo”. Sin él, viviríamos en una permanente confusión, sintiendo diferentes emociones sin comprenderlas.

¿Cómo es que te decidiste por la carrera que querías estudiar, entre las opciones que tenías? Seguramente cuando lo hiciste tomaste en cuenta tus gustos e intereses, tu preparación previa, tus aspiraciones futuras. En esta importante decisión, el autoconocimiento resulto un factor esencial.

Daniel Goleman (2009), en su libro La inteligencia emocional, explica que si queremos ser personas inteligentes emocionalmente la primera habilidad que debemos desarrollar es la de reconocer lo que sentimos o, lo que es lo mismo, autoconocernos.

¿Qué hacer para conocerse?

Existen muchas formas para conocerse: con el hecho de hacer conscientes los pensamientos y emociones cotidianos, pueden lograrse. Una estrategia efectiva es escribir una bitácora personal dirigida a uno mismo, ya que esto permite ordenar ideas, sacar emociones a la luz y planear la vida con mayor efectividad.

Otro aspecto importante que puede ayudar al autoconocimiento es considerar las tres dimensiones temporales que intervienen en nuestra vida: el pasado, el presente y el futuro.

Así como el pasado determina el lugar en el que te encuentras hoy, el presente determinará tu futuro. En este sentido, analizar la realidad, mediante una reflexión sobre tus acciones pasadas, presentes y las que quieres realizar a futuro, te permite replantear tus metas y orientar tus actos con el fin de alcanzarlas; si te conoces te será mucho más fácil hacerlo.

Actividad 3. Autorretrato
A continuación iniciarás una serie de actividades que nutrirán el trabajo correspondiente a tus Evidencias de aprendizaje de las unidades 2 y 3.

El producto final será tu propio plan de vida, elaborado bajo lineamientos definidos que conocerás más adelante.

Para empezar, realiza un autorretrato por medio del cual podrás vislumbrar tu situación actual y lo que esperas de ti para el futuro.

2.3.3. Autocontrol y autoestima

Autocontrol

En el subtema anterior, pudiste darte cuenta de que una parte esencial de la inteligencia emocional es tener claras las características que nos conforman como personas, sin embargo, no menos importante es el autocontrol, el cual no puede existir sin el autoconocimiento; a continuación verás por qué.

El autocontrol significa tomar control de las capacidades y emociones propias; impide realizar actos de manera impulsiva y permite reconocer la diferencia y el adecuado manejo de los sentimientos en determinadas situaciones.

Cuando no se logran controlar las emociones, se tiende a actuar de forma errónea: tal es el caso de aquellas personas que, en un arranque de rabia, cometieron actos injustificados y tuvieron que pagar una condena en la cárcel.

Controlar los impulsos y encaminarlos al logro de un objetivo, implica una mayor responsabilidad sobre las actitudes. Es importante aprender a pensar antes de actuar y evitar los juicios prematuros.

Las emociones no se pueden catalogar en buenas o malas, sin embargo, si no se cuenta con la habilidad de conocerlas, expresarlas y canalizarlas adecuadamente, pueden resultar dañinas para nosotros o para otras personas. Este daño puede ser físico o psicológico y repercuten en nuestro desarrollo social y en quebrantar los lazos afectivos con nuestros seres queridos.

Por eso es importante analizar los sentimientos e identificar las sensaciones que éstos reflejan en nuestro cuerpo; cuando se trata de emociones que nos ocasionan algún conflicto o problema, lo recomendable es expresar lo que sentimos de manera asertiva y responsable a quien lo ha desencadenado, sin acusaciones ni malos modos y detallando qué situación o conducta es la que nos ha afectado.

Si somos capaces de reconocer lo que sentimos, probablemente también hemos aprendido a expresarnos emocionalmente de forma asertiva y podemos identificar la intensidad de nuestras emociones y sentimientos, así como poder analizar qué situaciones y conductas nos llevan a sentir ira, pasión, alegría, celos, vergüenza, hastío, impaciencia, etc. Esta es una habilidad para pensar con las emociones y sentir con la inteligencia.

Si puedes identificar algunos disparadores de tus emociones, estarás en posibilidad de autocontrolarte y ser más inteligente emocionalmente.

El grado en que determinada situación puede provocar en nosotros una u otra emoción depende en gran medida de la subjetividad, es decir, cada quien percibe las cosas de un modo distinto al de los demás, pues esa percepción está permeada por aspectos como la historia personal, valores creencias, carácter y temperamento, entre otros.

Autoestima


La autoestima por su parte, es el significado o sentido de validez dado por cada quien a sí mismo. Se desarrolla desde la infancia cuando se toma conciencia del aprecio o la falta de él por parte del medio familiar, especialmente de figuras tan significativas como las parentales.

Si deseas conocer algunos aspectos relacionados con la autoestima, descarga el documento Autoestima e inteligencia emocional.

El autoconocimiento, el autocontrol y la autoestima son elementos clave para entablar una comunicación efectiva y para el desarrollo de la inteligencia emocional. En tu entorno profesional, esto es indispensable considerando la responsabilidad que te es otorgada al formarte como profesionista en una determinada área disciplinaria, por lo que es importante que tomes consciencia de tu papel como profesional y como persona inmersa en una sociedad en la que puedes dar ejemplo de prudencia y respeto por los demás.

En el siguiente tema, estudiarás la ética profesional, la cual te servirá para regular tus actos en el ámbito profesional.

Actividad 4. Autoestima
Antes de pasar al siguiente tema, realiza la siguiente actividad relacionada con la autoestima.

1. Analiza el cortometraje El circo de las mariposas. Da clic en el botón para reproducir la primera parte del video.

2. Escribe una lista de diez cualidades positivas que te caractericen.

3. Retoma el documento que llenaste en la actividad 3 de esta unidad (Autorretrato) y observa: ¿consideraste algunas de las cualidades que acabas de escribir en tu descripción personal? Si no fue así, es momento para añadirlas.

5. ¿Qué nuevas cualidades te gustaría desarrollar? ¿Qué crees que requieres para hacerlo?

5 comentarios:

  1. ¿Excelente información tienes la bibliografía en la que te basas?

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    1. Hola juan fernando, claro que sí

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    2. Robert Kiyosaki, Niño Rico Niño List, ¿Cuántos tipos diferentes de genios existen?

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    3. Daniel Goleman, Inteligencia Emocional,

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